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miércoles, 8 de febrero de 2012

Evolución de Cemex, de la mano de la evolución de la economía de EU y Europa

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Cemex: reconstrucción atada al futuro de EU y Europa

La cementera, lejos de los años dorados.
La cementera, lejos de los años dorados.Bloomberg
La enorme deuda tras la compra de Rinker y las probabilidades de una nueva recesión mundial complican el camino que busca la empresa de Lorenzo Zambrano para salir de la crisis.
Roberto Arteaga

La historia de Cemex termina en 2007 con la integración de Rinker en Estados Unidos. Por lo menos, así sucede en la cronología de la empresa publicada en su página de internet.

Después de consolidar la industria de la construcción en México a lo largo de un siglo y convertirse en uno de los líderes en el mercado nacional, Cemex se lanzó a la aventura de competir durante la década de los 90 con los gigantes de la construcción a nivel mundial.

Ante el éxito de sus primeras incursiones en territorios extranjeros, la compra, en 2007, de la empresa australiana Rinker parecía marcar el principio de otra etapa de bonanza para la empresa mexicana, pero el fantasma de la crisis económica de 2008 en Estados Unidos (EU) hizo su aparición y la industria de la construcción fue una de las más afectadas.

Después de que la empresa sorteó las condiciones económicas adversas, no se recuperó por completo. Hoy la construcción de su futuro enfrenta nuevos obstáculos, como la incertidumbre de la recuperación de los mercados europeos y estadounidenses, en donde la compañía tiene puestas sus esperanzas.


Construcción del rascacielos

La historia de Cemex se remonta a la apertura de la planta de Cementos Hidalgo en Monterrey, en el norte de México, en 1906.

Con el paso de los años, la empresa se distinguió por un crecimiento basado en adquirir y fusionar empresas dentro del mercado de la construcción en la República Mexicana. Para 1989, Cemex ya era un rascacielos global y se había convertido en una de las 10 compañías cementeras más grandes del mundo, con la adquisición de Cementos Tolteca.

Pero su crecimiento más importante se da a partir de la última década del siglo XX, cuando la empresa, de la mano de su presidente, Lorenzo Zambrano, decide expandirse por el mercado internacional y adquiere las compañías de cemento más grandes de España, Valenciana y Sanson, por un monto de 1,800 millones de dólares (mdd).

“A partir de ese momento, Cemex lleva a cabo una serie de adquisiciones importantes que le hacen crecer de una empresa regional, para convertirse en un jugador global”, describe José Coballasi, analista de Standard & Poor’s.

A pesar de haber sido una operación muy criticada por los analistas frente al temor de la entrada de la empresa en el mercado internacional, fue una de las más exitosas, dice Carlos Hermosillo, subdirector de análisis bursátil de Ixe Casa de Bolsa.

Después de observar la respuesta favorable que había traído la primera operación en el proceso de internacionalización, Cemex emprendió un camino de adquisiciones aceleradas a partir de 1994, que inició en Sudamérica, cuando entró al mercado de Venezuela con la adquisición de la cementera Vencemos. El rascacielos de la construcción fue añadiendo pisos a la empresa.

Después de constantes adquisiciones alrededor del mundo, la empresa mexicana decidió entrar al mercado de EU en el 2000, cuando compró Shouthdown, Inc, lo que la convirtió en la compañía productora de cemento más grande de Norteamérica.

“La adquisición la hacen con deuda, pero logran llevar su experiencia operativa y mejorar los procesos de producción e integrar a la nueva empresa exitosamente a su red, y Cemex se convierte en uno de los jugadores globales más importantes de la industria del cemento”, dice Coballasi.

Pero el hambre por conquistar los mercados no terminó ahí. Cemex quería el título de rey en la industria de los materiales de construcción.

Cemex inició en 2007 la integración de Rinker, empresa que concentraba sus principales operaciones en EU y Australia.

El futuro parecía prometedor para continuar el crecimiento que había iniciado años atrás, pero la crisis en EU, que estalló en 2008 y que inició en el sector hipotecario, derrumbó los planes de la empresa.



Primer temblor: EU

A mediados de 2007, una de las crisis económicas más severas de los EU se originó a partir de la entrega de créditos hipotecarios a personas que no contaban con los recursos suficientes para solventar la deuda que habían adquirido.

Las consecuencias que trajo consigo la entrega de las denominadas ‘hipotecas subprime’, que no contaban con la suficiente vigilancia en su otorgamiento, fueron la falta de solvencia para afrontar las deudas, así como la caída de los precios de las viviendas.

Para septiembre de ese mismo año, las condiciones de riesgos financieros habían ocasionado la quiebra de los 2 principales bancos de la Unión Americana, Lehman Brothers y Merrill Lynch.

La adquisición de Rinker, por 15,300 mdd, no parecía elevada en ese momento, pero tras el estallido de la crisis económica el panorama para Cemex cambió totalmente: el dilema se encontraba en cómo afrontar el compromiso de la deuda.

La deuda neta de la cementera durante 2006 fue de 5,811 mdd, mientras que a finales de 2007, después de la compra de la empresa australiana, se triplicó hasta alcanzar los 18,904 mdd.

A pesar de ello, a inicios del año siguiente, Cemex aún conservaba previsiones positivas para los 12 meses que transcurrirían. Pero algo pasó y al final de ese periodo los resultados contradijeron lo previsto.

La propia empresa explica, en su informe anual 2008, las razones de la catástrofe: “Fue un año sumamente complejo. La crisis financiera y económica sin precedente que inició en Estados Unidos se propagó a Europa, Asia y otras regiones, afectando a empresas e industrias enteras en todo el mundo. Muchos de nuestros principales mercados se contrajeron con mayor rapidez y profundidad de lo que cualquiera hubiera podido anticipar, al mismo tiempo que los costos y las presiones competitivas siguieron elevándose”.

En febrero de 2009, durante una entrevista en el programa ‘Alebrijes, Águila o Sol’ del canal 2 de Televisa, Zambrano defendió enfático la posición de la empresa respecto a la compra de Rinker: “No me arrepiento de la compra, y estamos muy contentos. Quizá lo pudimos haber hecho un poco después o quizá un poco antes, pero lo que compramos es algo que para nosotros es muy valioso, y es estratégico a mediano y largo plazo”.

El 4 de agosto del año pasado, en el marco de la celebración del Cemex Day, el empresario regiomontano expresó a través de su cuenta en Twitter algunas de las medidas que la empresa aplica para aminorar las consecuencias de la incertidumbre en los mercados financieros, entre las que destacó:

• Reducción de la deuda en 3,900 mdd en los últimos dos años.
• La eliminación de las posibilidades de refinanciamiento en el corto y mediano plazos.
• La venta de activos no esenciales en la operación, así como la reducción de los gastos administrativos.

Al final de esa cadena de tweets, dijo: "¡Con estas y otras medidas, Cemex está enfrentando estos retos, y estoy seguro que una vez que pasen, saldremos robustecidos!”.

Pero dos meses después, el lunes 3 de octubre, las acciones de la compañía cayeron a su mínimo en 13 años en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), al registrar un valor por acción de 3.25 pesos. Apenas el jueves 29 de septiembre, Lorenzo Zambrano se había reunido con inversores y analistas en Nueva York para intentar convencerlos de la posibilidad de reducir la deuda, a pesar del complejo entorno económico en el mundo. Las palabras de Zambrano no convencieron.

Hasta el cierre de este reportaje, los directivos de Cemex no respondieron a las peticiones de entrevista para conocer su punto de vista.

Otro factor que agravó la situación de la cementera fue que la compra de Rinker se financió principalmente con deuda. La empresa se topó con problemas para cumplir con sus compromisos financieros. Una caída de 40% en las ventas durante 2009 respecto al año anterior, al pasar de 4,698 mdd a 2,825 mdd en el mercado estadounidense, la dejó sin capital suficiente.

“Yo creo que nunca la empresa imaginó que podría haber una depresión mundial en los precios del cemento. El problema principal es que fueron tremendamente agresivos en su esquema de financiar su crecimiento basados en deuda, y ahora, una las consecuencias es que están endeudados enormemente”, dice Oscar Carbonell López, profesor del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE Bussines School).


Segundo temblor: Europa

Pasada la etapa más álgida de la crisis, la compañía concentró sus esperanzas de recuperación en Europa. Durante 2010, sólo18% de las ventas totales de Cemex se concentraban en EU, mientras en que en Europa acumulaba 35%.

Sin embargo, ese mismo año, algunos de los 16 países miembros de la Unión Europea, como Grecia y Portugal, enfrentaron problemas de deuda pública, que se elevó hasta más de 100% como proporción del Producto Interno Bruto (PIB).

Los efectos de esta crisis no se hicieron esperar. La producción en el mercado de la construcción en 2011 disminuyó 2.8% en la zona euro en octubre de 2011, en comparación con octubre de 2010, de acuerdo con las últimas cifras de Eurostat.

“Después de que la crisis comenzó en EU, la esperanza en su momento era amortiguar el impacto vía sus operaciones en Europa, pero entonces, en 2009-2010, el tema de la deuda europea complicó el escenario y llevó a la empresa a la situación más crítica que haya enfrentado en su historia, con pocas operaciones ofreciendo resultados positivos, y muchas subsidiarias complicadas por el entorno”, describe Carlos Hermosillo.

En España, uno de los principales países en los que tiene operaciones Cemex, los volúmenes de cemento gris doméstico y concreto disminuyeron 21 y 31%, respectivamente, durante el tercer trimestre de 2011 respecto al mismo periodo del año anterior.

La cementera describió así lo que enfrentaba en ese momento: “La actividad del sector infraestructura se mantiene estancada y a niveles muy bajos dado la falta de recursos, así como debido a recortes en el gasto público. La demanda en el sector industrial y comercial sigue deprimida dada una débil actividad económica, así como menor crédito,” argumentó la empresa en su informe al tercer trimestre de 2011.

En diciembre pasado, el organismo de análisis macroeconómico The Conference Board estimó una probabilidad de entre 15 y 20% de que la situación en las economías europeas arrastre a EU a una nueva recesión. Más malas noticias para Cemex.


Futuro color cemento

En 2009, Cemex ya había dado los primeros pasos para contener las dificultades financieras, cuando llevó a cabo un acuerdo de reestructura por 15,000 millones de dólares de su deuda. Los esfuerzos por seguir llegando a acuerdos de reestructuración podrían continuar durante 2012.

“Estamos a punto de ver una reestructura de Cemex en EU. Ellos esperan que 2012 sea una operación más rentable operativamente, y eso sería un paso importante en la dirección correcta, aun sin considerar una recuperación del mercado, porque ésta no será rápida”, dice Carlos Hermosillo.

Al 30 de septiembre de 2011, la deuda neta más notas perpetuas de Cemex asciende a 18,455 mdd. Su plan de refinanciamiento de 2009 extiende los vencimientos de aproximadamente 15,000 mdd en créditos sindicados y bilaterales con alrededor de 75 bancos, con vencimiento final el 14 de febrero de 2014, que es la próxima fecha crucial para la empresa, ya que para 2012 ya tienen cubiertos los pagos que están por vencer.

Su futuro, sin embargo, no está del todo en sus manos, dado su alto nivel de apalancamiento (endeudamiento a corto plazo) en EU y Europa. Una recuperación significativa para Cemex se daría sólo con la mejora de la situación económica de los países en crisis.

“Creo que si se empiezan a reactivar las economías europea y estadounidense, el sector de la construcción debe reflejarlo, quizá no a la velocidad que se esperaría, como en la recuperación de otras recesiones, pero, sin duda, deberían de reflejarlo, y es cuando Cemex se vería beneficiada”, dice Oscar Carbonell, profesor del IPADE.

Pero el panorama sigue sombrío para la empresa de Lorenzo Zambrano, pues la recuperación en Europa será más lenta que la de EU, debido a que implica una negociación entre los países de la Unión Europea, explica Carbonell.

“No está funcionando bien la operación de Cemex. Muy independiente de los esfuerzos que haga la empresa, si no hay volumen de ventas, no hay a dónde salir, esa es la principal complicación que tiene”, considera Hermosillo.

Una mejoría en las condiciones de la empresa podría venir hasta 2013, opina Laura Martínez, analista de Standard & Poors, ya que considera que 2012 continuará débil.

La refinanciación de los covenants (obligaciones) y restricciones financieras es una de las opciones de la empresa para afrontar los compromisos que tiene para 2014, cuando amortizará parte de sus pasivos, y así esperar mejorías en su situación futura.

“Si la recuperación se da en un periodo no muy lejano, Cemex saldrá adelante y volverá a ser lo que fue, una empresa muy importante. Lo que los puede complicar es que el mundo no se recuperé pronto y tenga que seguir pagando deudas sin tener utilidades, y así sigan los problemas que ha tenido hasta ahora”, advierte Oscar Carbonell. “Lo único que queda es esperar”, dice.

Negocios
Miércoles, 08 de Febrero de 2012 06:00
Redactor: Genaro Mejía