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sábado, 20 de diciembre de 2014

Crónica de la devaluación del peso de 1994, hace 20 años



Los protagonistas, y las horas previas: la noche en que inició la hecatombe de 1994 Por Linaloe R. Flores - diciembre 20 de 2014 - 0:05 DESTACADAS, MÉXICO, TIEMPO REAL - 23 comentarios Los hombres del poder que la madrugada del 20 de diciembre de 1994 se reunieron en secreto para devaluar el peso, se sometieron más a la política que a la advertencia y el buen juicio. Y México pagó un precio muy caro su trasnochada determinación. Si tuviera que abrirse un museo de las pesadillas, la crisis financiera que esa noche se inició, ocuparía la sala principal. El gran relato en números fríos indica que la debacle ha significado para las finanzas públicas mexicanas una pérdida de 116 mil millones de dólares. Pero esa escalofriante cifra no fue el costo mayor. Por aquellos días, millones de familias mexicanas supieron a qué sabe el hambre, miles de empresarios bajaron la cortina y miles de jóvenes estudiantes truncaron sus esperanzas. El ahorro interno quedó destruido y es la hora en que ese daño no ha sido cuantificado. En los muchos análisis de la hecatombe se han asomado como causas la corrupción, la ausencia de transparencia, la complacencia de los políticos y la omisión de la tragedia nacional que significaba el levantamiento de la guerrilla zapatista en Chiapas. Es difícil no evocar aquel pasado de horrores y culpas ahora, cuando 43 estudiantes de la Normal Rural Superior Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, cumplen más de dos meses desaparecidos y la economía muestra un freno. En veinte años se han adoptado medidas para que los grandes ahorradores asuman las consecuencias de un probable quebranto, pero las instituciones responsables del destino macroeconómico no son capaces de garantizar que aquello no vuelva a ocurrir. Esta es la historia de esa reunión, donde hace veinte años se inició el camino a la parada del infierno. Ciudad de México, 20 de diciembre (SinEmbargo).– La noche del lunes 19 de diciembre de 1994, la temperatura en el sur de la Ciudad de México había descendido a dos grados y el Ajusco estaba como boca de lobo. Los hombres que integraban el Pacto de Bienestar y Estabilidad Económicas (Pabec) pasaron por ahí antes de llegar al edificio de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Los había llamado Jaime Serra Puche quien cumplía dos semanas como titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Los llamó porque se guardaba un anuncio. Cuando lo conocieron, las miradas de esos hombres no volvieron a ser de otra forma; sumisas al espanto, azoradas por el futuro. Capitales en dólares cuantificados en cuatro mil millones se habían marchado de México en menos de un mes. El ingreso de divisas a través de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) era una tercera parte de lo recibido en el año anterior. El monto de los Tesobonos –títulos denominados en dólares pero pagaderos en moneda nacional–, de 32 mil millones de dólares. Había que hacer algo por el peso mexicano. En esa hora. De madrugada. Pronto. Serra Puche inauguraba un estilo discreto de hablar, alejado del habitual, lineal, descarado, sin matices, al que tenía acostumbrados a lo reporteros. Una hoja de block de notas mostraba sus letras deformes, casi ilegibles, desbordando los renglones, como si las hubiera bañado una lluvia pertinaz: “Como ustedes saben, la situación en Chiapas está muy delicada. Mañana queremos hacer un anuncio del Pabec que dirá así: los sectores del Pacto acordaron abandonar la banda de deslizamiento del peso y dejar que éste sea determinado por las fuerzas del mercado debido a los acontecimientos en el estado de Chiapas”. ¿Qué ocurría como para encontrar en la selva y cañadas la justificación de esta reunión económica? Ese mismo lunes 19 de diciembre, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) tomó 38 municipios, entre ellos Simojovel, Yajalón y Chanal. El Subcomandante Marcos admitió que un grupo había burlado el cerco militar impuesto por Ejército Mexicano desde el 12 de enero anterior para llegar a esos municipios, mas aclaró que no se disparó un solo tiro. La Secretaría de Gobernación negó esa toma territorial. Pero la Bolsa Mexicana de Valores reaccionó a los acontecimientos con un descenso en los precios de las acciones de 4.15 por ciento en promedio. Silencio en esa sala de juntas de dos mesas de media luna cuya separación era una pequeña jardinera. Desde el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988), las flores de ese espacio eran cambiadas cada reunión del Pacto. Aquella noche las olvidaron y frente a los invitados completaban su muerte. Mientras transcurran estas oscuras horas, Serra Puche se mantendrá en medio de Herminio Blanco, Secretario de Comercio; Santiago Oñate, Secretario del Trabajo y Previsión Social, y Miguel Mancera Aguayo, Director del Banco de México. Las palabras de Oñate y Blanco serán escasas y hasta débiles. Las de Mancera, escasas pero directas como dardos. Las de Serra Puche, muy revueltas y atribuladas. LOS EMPRESARIOS El asombro, la alarma y algunos tintes de rabia pintan una voz unánime. Es de los empresarios: –¿Y qué más, Jaime? –Nada más. La seca respuesta provoca la exaltación de Luis Germán Cárcoba, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE): –¡No puedes anunciar que sólo vas a soltar el peso. Ello debe ir acompañado de un paquete de medidas de emergencia! Serra Puche gira la cabeza de derecha a izquierda: –Yo no puedo hacer nada más. Están ahí los mismos hombres de negocios que desde el 2 de diciembre anterior le solicitaron al Secretario de Hacienda una reunión de emergencia. Quisieron mostrarle al Secretario de Hacienda su preocupación por la economía mexicana desde 20 días antes. De Serra Puche obtuvieron: “No los puedo recibir. Tengo 15 días para entregar el proyecto de presupuesto. Pero, además, no veo por qué están preocupados. No hay qué temer. Devaluación, no habrá”. La confianza se había ido de México. El asesinato del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia, Luis Donaldo Colosio y el levantamiento armado en Chiapas tenían manchado el horizonte. Se sentía descontento, zozobra y preocupación. Todo junto y por separado. El descontento, porque los empresarios habían pugnado durante casi seis meses porque Pedro Aspe Armella se quedara a cargo de la Secretaría de Hacienda, y el Presidente electo Ernesto Zedillo Ponce de León había cerrado a piedra y lodo la puerta a esa posibilidad. La zozobra, porque el gabinete zedillista, recién nombrado, no convencía a los inversionistas. Por ejemplo, en la Secretaría de Energía estaba Ignacio Pichardo Pagaza, ex Gobernador del Estado de México, a quien en el momento de su designación lo envolvía un huracán de acusaciones proveniente de Mario Ruiz Massieu en torno al asesinato de su hermano, Francisco. La preocupación, porque días antes, los empresarios entregaron a Serra un documento técnico, elaborado por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP). El estudio preveía que la paridad del peso frente al dólar no aguantaría. Esta noche, además de Germán Cárcoba; están ahí Fernando Cortina Legarreta, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin); y los recién designados presidentes de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco) y de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Germán A. González Quintero y Víctor Manuel Terrones. Este 19 de diciembre, Serra Puche se torna melancólico, usa pausas y silencios de sepulcro. Frente a él, la voz en agudos de José Madariaga Lomelí, el dueño de la casa de bolsa Probursa y Multibanco mercantil de México. Dos años después de este momento, los informes del auditor del Fobaproa, Michael Mackey, develarán que en noviembre de 1994, Probursa incrementó en mil 800 millones de pesos su tenencia de Tesobonos, operación que le produjo una utilidad de cinco mil 400 millones de pesos en tan sólo dos semanas. En la noche de la hecatombe, la conducta de ese hombre es de inquietud pura. Es él quien deshace el espasmo provocado por el anuncio de Serra: –¿Qué creen que va a pasar si sólo lo anunciamos de esta forma? –dice Madariaga. Las miradas de los hombres de negocios se concentran en un solo individuo que esa noche sufre de gripe fuerte y su temperatura ha subido a más de 37 grados. Con abrigo forrado en felpa negra y bufanda gruesa que le llega hasta la boca, callado en su estilo solemne, ejerce sin escándalo el catarro. Es Miguel Mancera Aguayo, Director del Banco de México. “¿Cuál sería el nivel al que llegaría el peso? –se pregunta Mancera y responde sin usar las manos, atrapadas en el abrigo: “De acuerdo con nuestra experiencia, sería una devaluación de 15 o 20 por ciento, ni de chiste de 50 o 60 por ciento. Una vez que la situación en Chiapas se tranquilice, volverá la normalidad a los mercados”. –¡Pero debe haber medidas adicionales en un plan de emergencia! –piden en forma airada los empresarios. Mancera Aguayo vuelve a su silencio. La alta temperatura lo vuelve a poner cabizbajo, contra la mesa. La escena concluye con un hecho inaudito. Los empresarios le piden a los miembros del gabinete económico, abandonar el salón. No por decisión, voluntad o diplomacia. Salir es una orden: “Salgan del salón. Hablaremos nosotros”, exige con tono de profesor uno de los líderes empresariales. Y los del gabinete económico se van. Avanza el reloj. El rostro se le ha agravado a Serra Puche hasta que un empresario aparece en el pasillo: –Jaime: concluimos que esto es inaceptable. Nada ayuda un anuncio así. Debemos omitir lo de los zapatistas que es una mera anécdota. Si se amplía el margen del peso, se debe elaborar una serie de medidas. No, Jaime. No. Esto es inaceptable. JAIME SERRA PUCHE Fue el hombre más distinguido en las negociaciones del TLCAN con Estados Unidos y Canadá. Era el serio y efectivo Secretario de Comercio, de la antigua Secofi, entre 1988 y 1994. Jaime Serra Puche era el miembro del gabinete salinista que sin reserva declaró que no leía jamás la prensa mexicana; sino The Wall Street Journal y The Financial Times. Fama de trajes negros de marcas multinacionales en una época en que el mercado mexicano no estaba abierto de par en par. De capacidad negociadora reconocida. Hasta 1994, un hombre de hazañas. Un hombre que estaba por cumplir 39 años de edad. ¿Acaso el Serra Puche del 19 de diciembre pensaba que nueve días después estaría estampando su firma en una breve y poco explicativa carta de renuncia al Presidente? Y si lo que más preocupa a un político es el sitio que brinda la evaluación de la Historia, ¿qué pensaría el apuesto Serra Puche, de cabello y bigote negrísimos, de lo que estaba por hacer? Él, cuya carrera sólo mostraba avances: de subsecretario de Hacienda de 1986 a 1988, a Secretario de Comercio de 1988 a 1994 y luego a Secretario de Hacienda. ¿Acaso hubo un presentimiento –uno ligero, quizá– que su poder político se desvanecería en cuanto amaneciera de una vez y para siempre, y que veinte años después en su currículum en la Iniciativa Privada aparecería “Secretario de Hacienda sólo por 28 días”? –Debo comparecer ante el Congreso. Me van a cuestionar el Presupuesto de Egresos. No puedo, no puedo, no puedo. No puedo sacar a Chiapas de todo esto. Vino una pausa en la que se escucharon halos de exhalación. Los empresarios y los miembros del gabinete económico adivinaban un largo tiempo implacable y desastroso. Serra Puche perdía el control y dejaba de ser el secretario brillante con las respuestas oportunas. Señor de sí mismo por muy pocos segundos ya. Un líder empresarial que se había mantenido meditabundo quebró la pausa: –Oye, Jaime, ¿y si nada más se mueve la banda sólo dos centavos diarios y se acelera el desliz? Otra vez, los ojos de Serra Puche sobre Miguel Mancera Aguayo: –¿Cómo ves Miguel? Desde el abrigo de felpa, el Director del Banco de México: –Eso quién sabe si funcione. Intervino el líder empresarial meditabundo: “Bueno, pero si sabemos que lo otro no va a funcionar y esto pudiera tener probabilidades…” –Bueno –dijo Serra Puche-, permitan que evaluemos esta propuesta. Los líderes empresariales se quedaron con el presagio nítido de que Serra Puche levantaría el teléfono rojo para hablar con el Presidente Ernesto Zedillo. LOS LÍDERES SINDICALES Fidel Velázquez Sánchez tiene 95 años de edad. Está lúcido e inquieto. En sus apariciones diurnas –las de las conferencias de los lunes en el edificio de la CTM- el dirigente ha tomado el aire de los ancianos heridos por la inminencia del fin. Su andar es muy lento y su hablar tan salpicado de sofocos, que no se entiende. En el salón frente a donde están los empresarios, unos 20 dirigentes obreros discuten con desorden. En el centro, Fidel Velázquez Sánchez. Un día después negará ante los reporteros haber asistido a esta reunión. “Yo no estuve y si estuve, pruébenmelo”. Escucha la propuesta del secretario Serra Puche: “Soltar la paridad…” El cetemista no le permite terminar y le menciona dos condiciones para aceptar la devaluación anunciada: el compromiso del sector privado a no subir los precios durante tres mees y un aumento salarial de emergencia. Jaime Serra le explica que un aumento salarial es improbable. “Eso está en chino”, le dice. Le ofrece también arrancarles el compromiso a los empresarios de congelar precios. “Los haré comprometerse antes de que salga el sol”. Pero el sol no sale. Al contrario, se ingresa a los más negro de la noche. Santiago Oñate palmea el hombro del Secretario de Hacienda. Los líderes obreros hablan en torno a Fidel Velázquez. Lo que sigue es un un ir y venir de Serra Puche entre los dos salones, franqueado por Blanco y Oñate. Se han convertido en personajes incidentales. Su destino político no está atado a lo que ahora ocurre. (Blanco continuará en la Secretaría de Comercio, Oñate en la de Trabajo y después será embajador de México en Inglaterra). Los sectores obrero y empresarial no tienen contacto formal. Lo impiden los miembros del gabinete económico. No intercambian siquiera saludos. Excepto por dos que se encuentran en el baño. –¿Cómo van? –Mal, ¿y ustedes? –Pésimo. “Nos quieren sacrificar a nosotros cuando es el gobierno el que debe ajustar”, indica el empresario. El dirigente obrero remata con léxico rotundo: “Están haciendo puras pendejadas y chingaderas”. Y Serra Puche: “Por favor, apóyenme”. Un empresario levanta el dedo índice y señala los rostros de los miembros del gabinete económico de Zedillo. Sobre cada uno, deja caer la frase más pesada de la noche: “Ustedes, señores… ¡Son una bola de ineptos!” Y los presentes asienten. –“Lo mejor es que dialoguemos con los dirigentes de los obreros”, coinciden los empresarios. Un solo estado de ánimo guardan los empresarios-cúpula: enojo. El mismo que por su parte tienen Herminio Blanco y Santiago Oñate. Los dos mueven los brazos como aspas. Predomina el desorden de palabras y movimientos. Los empresarios se incorporan para emprender el camino hacia el otro salón. Pero Serra Puche corre al umbral. Extiende los brazos y alarga el cuerpo: “No lo hagan, por favor. No se vayan. No, por favor, quédense aquí. Una firma del pacto sin ustedes sería lo peor. Ellos están intransigentes”. Y la escena, otra vez, se desbarata: “Está bien, Jaime. Nos quedamos, pero déjennos solos”. EL AMANECER “Hemos tomado, Jaime, la decisión de hablar con el Presidente de la República”, escucha el secretario Serra Puche de voz de un líder empresarial. –¿Pero a esta hora? Si va a ser la una de la mañana –dice el secretario–, veo difícil que puedan hablar con él, pero vamos a hacer el intento. Del otro lado de la bocina, responde Luis Téllez Kuenzler, entonces jefe de asesores del Presidente, el cargo que tuvo José Córdoba Montoya en el salinismo. “El Presidente duerme y no puede ser despertado”– le dice a Serra Puche. La ironía viene a la mente de uno de los empresarios: “Es el único mexicano que a estar hora de desastre puede dormir”. Se acaba el aplomo. Ya nadie discute, ya nadie reclama, ya nadie levanta ni los brazos ni la voz. Se sabe que el pacto no va a ser firmado, que ninguno de los sectores aceptará nada. “Tenemos que salir antes de que abran los mercados. Me voy a bajar a hacer un comunicado. Vamos a mover la banda por decisión del gobierno y el Banco de México. Lo importante es que jamás usemos las palabras “devaluación” y adjudiquemos la decisión a los conflictos de Chiapas”. –¿Y que más, Jaime? –Desde las 6:30 empezaré a hablar con Pedro Ferriz de Con y José Gutiérrez Vivó. Entonces, la impugnación de nuevo, como al principio, como si nada de la oscura noche hubiera pasado: –Pero en Nueva York no oyen ni a Ferriz ni a Gutiérrez Vivó. Se va a generar un caos. Tiene que hacerse una conferencia de prensa, Jaime. –No –vuelve a decir el Secretario. Un puño cerrado golpeó la mesa: –¡Será la primera devaluación que se anuncie radiofónicamente! El ambiente es de funeral. La indumentaria del Director del Banco de México, Miguel Mancera Aguayo, de abrigo negro, es la más ad hoc. La oscuridad en el Ajusco, también. Luis Germán Cárcoba ofrece su ayuda al Secretario para redactar el boletín de prensa. Los empresarios se colocan detrás de él. Le dicen: “Quita”, “pon”, “eso no, Jaime”, “no, si mencionas a Chiapas vas a causar más conflictos”. Y él, sumiso a acatar por primera vez lo que no había sido impuesto por él mismo hace caso, a veces. Luego vuelve a su antiguo planteamiento de justificar la ampliación de la banda en los acontecimientos de Chiapas y en no utilizar la palabra devaluación. Amanece. –Oye, Jaime, ¿y el Presidente Zedillo? ¿Cuándo va a anunciar la decisión? –pregunta otro de los representantes empresariales. –Él no puede comprometerse. Los líderes empresariales y obreros abandonan el edificio de la Secretaría del Trabajo. Van con el mundo a sus espaldas; todos como Atlantes, hijos de Zeus. Al salir, respiran el aire de una nueva época. –¿Tú qué crees, Cárcoba? –se escucha una voz al bajar las escaleras. “Va a ser un desastre”. –Fuentes: asistentes a la reunión que desean anonimato y documentos en el archivo de la Secretaría de Gobernación

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/20-12-2014/1197404. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX
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miércoles, 17 de diciembre de 2014

Economía informal en el ingreso y el empleo

http://www.proceso.com.mx/?p=390862

Economía informal generó 25 de cada 100 pesos en 2013: Inegi

MÉXICO, D.F. (apro).- Por cada 100 pesos que se generaron en la economía el año pasado, 25 provinieron de la informalidad, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Aunque tales recursos representan sólo una cuarta parte de lo que se produce en la economía formal, esos 25 pesos son producidos por 60% de los mexicanos ocupados en el típico micronegocio urbano, que no está registrado ante la autoridad tributaria (sector informal), o de plano aquellos que laboran en unidades económicas formales, donde no tienen acceso a la seguridad social. En otras palabras, se trata de trabajos precarios.
De acuerdo con el Inegi, de esos 25 pesos generados en la informalidad, 11.3% corresponde a aquellos negocios no registrados de hogares que se dedican a la producción de bienes o servicios, mientras que 13.5% corresponde a las otras modalidades de la informalidad, es decir todos aquellos trabajos que pese a laborar para unidades económicas distintas a las de los micro negocios no registrados, no cuentan con el amparo del marco legal e institucional (seguridad social, prestaciones sociales).
Del total de la economía informal, la mayor parte de la riqueza se produce en el sector comercio con 33.2%, seguido de los servicios, que en conjunto representan 18.7%. En tercer lugar están las actividades de las industrias manufactureras con 14.9%, seguidas de las actividades agropecuarias, donde se producen 12 de cada 100 pesos de la economía informal.
En quinto lugar están el transporte, correo y almacenamiento, con 8.5% de los ingresos, en tanto que sólo 6.7% del Producto Interno Bruto (PIB) informal proviene de las actividades gubernamentales, y por último se encuentra el sector de la construcción, que abarca 5.8%.
Informalidad improductiva
Si bien seis de cada 10 mexicanos ocupados se ocupan en la informalidad, la  productividad que generan está rezagada si se le compara con la del sector formal, que también muestra retraso al lado de economías similares como las de Chile, Corea o Brasil.
De acuerdo con cifras del Inegi, la economía informal produjo 118 mil 857 pesos anuales promedio a precios de 2008 por puesto ocupado en los últimos 10 años, mientras que la economía formal generó 388 mil 154 pesos anuales.
Es decir, la productividad de la economía formal es 3.3 veces mayor que la productividad de la economía informal, pero sólo cuatro de cada 10 mexicanos labora en esas condiciones.

martes, 16 de diciembre de 2014

Bolivia: un modelo alternativo de economía y política

Bolivia, un modelo económico alternativo fincado en el mercado interno, la propiedad estatal sobre los recurso naturales y un Estado que cumple sus funciones con la sociedad



No se necesita entregar soberanía para tener inversión y tecnología: vicepresidente de Bolivia en CNN
Bolivia eligió su camino sin perder control de hidrocarburos, aseguró Álvaro García Linera, quien también habló de otros temas, como el caso Ayotzinapa.
CNN
(Foto: Karina Maciel)

Respeto lo que decide el pueblo mexicano pero no dejo de sorprenderme, porque la economía mexicana tal y como yo lo conocí en los 80 y tal como yo lo he leído desde los años 50 creció con un Pemex estatizado; hoy me sorprende el camino que han elegido en México las autoridades. No puedo enfrentarme, soy autoridad y por diplomacia también tengo que mantener mi relación así de respeto a lo que deciden acá, pero Bolivia muestra que es posible otro camino, que es posible nacionalizar, tener vínculos de servicios o de propiedad con empresas extranjeras, tener inyección en tecnología y capitales, no se necesita entregar la soberanía de los recursos fundamentales de un país para tener inversión y  tecnología, afirmó Álvaro García Linera, vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia.
En entrevista para Aristegui CNN, sostuvo que Bolivia eligió su camino sin perder el control de sus hidrocarburos.
Sobre su país, aseveró que “después de la aprobación de la Constitución quedaron establecidos los pilares básicos de nuestra estructura social, política y económica, en lo político quizá lo más relevante, está indianización del Estado, somos un país con mayoría indígena, india y por primera vez desde 1570, se tiene una estructura estatal que recoge esta existencia de lo indio en las estructuras de poder, el 49 por ciento de la burocracia del Estado es indígena, tiene usted presidente, ministros, alcaldes indígenas, tiene una estructura jurídica paralela a la justicia ordinaria, la justicia indígena originaria y la justicia ordinaria en paralelo en los niveles básicos y superiores”.
En Bolivia “hay elección de autoridades a nivel regional, basadas en usos y costumbres indígenas, la mitad, hay un poder fuerte de los sindicatos comunidades y confederaciones indígenas, es quizá el cambio más importante en Bolivia, su indianización. No significa volver al pasado, es una indianización en el siglo XXI”, comentó.
En lo económico “estamos muy contentos porque tenemos una economía junto con la de Panamá las que más están creciendo en América Latina, estamos en promedio en 5.5 por ciento en los últimos cinco años, debido a la nacionalización, hemos recuperado el gas, el petróleo, la electricidad , el agua, las telecomunicaciones y las líneas aéreas, son del Estado y esto permite una redistribución de la riqueza que ha dinamizado a la economía y una confianza en el mercado interno. Aún hemos tenido caídas del precio del gas, ahora ha caído a 59 dólares, pese a esa caídas el mercado interno dinamiza nuestra economía en más de la mitad, el crecimiento tiene que ver con mercado interno, diversificación de la economía y con redistribución de la riqueza”.
Agregó que “hemos reducido la pobreza extrema en 20 puntos, en seis años, somos 10 millones, dos millones de bolivianos han pasado a la clase media con el presidente Evo Morales, en una velocidad extraordinaria, se distribuye lo que tiene el Estado, porque el Estado diversifica la economía pero a la vez redistribuye lo que recibe como excedente, controlamos bien la banca, de cada 100 dólares que la banca gana 50 al estado y 50 para ellos, hacemos obras sociales”.
Expuso que “le vendemos gas a Brasil, a Argentina, que tienen problemas de gas. Tenemos un nivel de la absorción muy elevado, pero sigue siendo atractivo. La inversión extranjera en Bolivia en 2013 y 2014, ya superó las de 200 y 2001”.
Ayotzinapa
El vicepresidente también habló sobre los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa; dijo que el mundo entero se ha conmovido, se ha indignado y está atento con lo que sucede en México y cómo se va mostrando lo que ha sucedido, porque todavía no se sabe bien, faltan muchas cosas.
Señaló que “el Estado tiene que garantizar seguridad a sus ciudadanos, un Estado tiene que garantizar derechos, laborales, sociales, humanos. Cuando un Estado no es capaz de dar certidumbre sobre esos elementos no solamente es un Estado que frente al contexto internacional se muestra débil, en problemas o en crisis”.
Es también un “Estado que al interior de sus ciudadanos está generando una incertidumbre, una especie de vacío porque el Estado en el fondo es también uno, es la capacidad que uno cede a la autoridad para que controle , cuide, redistribuya, proteja, si yo como ciudadano no siento que mi Estado me protege, es más le tengo miedo respecto a mi vida, si no siento que mi Estado me dice la verdad, es más siento que mi estado que permanentemente me engaña o me dice las cosas a medias, se está incubando una crisis estatal terrible, que no se resuelve con un tema de gobiernos, se tiene que resolver con una reestructura radical”, enfatizó.
García Linera indicó que “el gobierno debe decir la verdad cueste lo que cueste y sacrificar a quien haya que sacrificar… porque si se deja sembrada una mentira sobre algo importante, esa mentira en el futuro va a ser un sello sobre cualquier cosa que diga el gobierno”.






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Por qué están cayendo los precios internacionales de las materias primas

http://www.project-syndicate.org/commentary/commodities-oil-falling-prices-by-jeffrey-frankel-2014-12


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Why Are Commodity Prices Falling?

CAMBRIDGE – Oil prices have plummeted 40% since June – good news for oil-importing countries, but bad news for Russia, Venezuela, Nigeria, and other oil exporters. Some attribute the price drop to the US shale-energy boom. Others cite OPEC’s failure to agree on supply restrictions.
But that is not the whole story. The price of iron ore is down, too. So are gold, silver, and platinum prices. And the same is true of sugar, cotton, and soybean prices. In fact, most dollar commodity prices have fallen since the first half of the year. Though a host of sector-specific factors affect the price of each commodity, the fact that the downswing is so broad – as is often the case with big price swings – suggests that macroeconomic factors are at work.
So, what macroeconomic factors could be driving down commodity prices? Perhaps it is deflation. But, though inflation is very low, and even negative in a few countries, something more must be going on, because commodity prices are falling relative to the overall price level. In other words, real commodity prices are falling.
The most common explanation is the global economic slowdown, which has diminished demand for energy, minerals, and agricultural products. Indeed, growth has slowed and GDP forecasts have been revised downward since mid-year in most countries.
But the United States is a major exception. The American expansion seems increasingly well established, with estimated annual growth exceeding 4% over the last two quarters. And yet it is particularly in the US that commodity prices have been falling. The Economist’s euro-denominated Commodity Price Index, for example, has actually risen over the last year; it is only the Index in terms of dollars – which is what gets all of the attention – that is down.
That brings us to monetary policy, the importance of which as a determinant of commodity prices is often forgotten. Monetary tightening is widely anticipated in the US, with the Federal Reserve having ended quantitative easing in October and likely to raise short-term interest rates sometime in the coming year.
This recalls a familiar historical pattern. Falling real (inflation-adjusted) interest rates in the 1970s, 2002-2004, and 2007-2008 were accompanied by rising real commodity prices; sharp increases in US real interest rates in the 1980s sent dollar commodity prices tumbling.
There is something intuitive about the idea that when the Fed “prints money,” the money flows into commodities, among other places, and so bids their prices up – and thus that prices fall when interest rates rise. But, what, exactly, is the causal mechanism?
In fact, there are four channels through which the real interest rate affects real commodity prices (aside from whatever effect it has via the level of economic activity). First, high interest rates reduce the price of storable commodities by increasing the incentive for extraction today rather than tomorrow, thereby boosting the pace at which oil is pumped, gold is mined, or forests are logged. Second, high rates also decrease firms’ desire to carry inventories (think of oil held in tanks).
Third, portfolio managers respond to a rise in interest rates by shifting out of commodity contracts (which are now an “asset class”) and into treasury bills. Finally, high interest rates strengthen the domestic currency, thereby reducing the price of internationally traded commodities in domestic terms (even if the price has not fallen in foreign-currency terms).
US interest rates did not really rise in 2014, so most of these mechanisms are not yet directly at work. But speculators are thinking ahead and shifting out of commodities today in anticipation of future higher interest rates in 2015; the result has been to bring next year’s price increase forward to today.
The fourth of the channels, the exchange rate, has already been functioning. The prospect of US monetary tightening coincides with moves by the European Central Bank and the Bank of Japan toward enhanced monetary stimulus. The result has been an appreciation of the dollar against the euro and the yen. The euro is down 8% against the dollar since the first half of the year and the yen is down 14%. That explains how so many commodity prices can be down in terms of dollars and up in terms of other currencies.

Read more at http://www.project-syndicate.org/commentary/commodities-oil-falling-prices-by-jeffrey-frankel-2014-12#hULP6lrUXFhhqHZ7.99


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¿Por qué son los productos básicos La caída de precios?

CAMBRIDGE - Los precios del petróleo se han desplomado un 40% desde junio - una buena noticia para los países importadores de petróleo, pero una mala noticia para Rusia, Venezuela, Nigeria y otros países exportadores de petróleo. Algunos atribuyen la caída de los precios al auge de esquisto-energética de Estados Unidos . Otros citan el hecho de que la OPEP a un acuerdo sobre las restricciones de suministro.
Pero esa no es toda la historia. El precio del mineral de hierro se ha reducido, también. También lo son el oro, la plata, y los precios del platino. Y lo mismo puede decirse de los precios del azúcar, algodón y soja. De hecho, la mayoría de los precios de las materias primas en dólares han caído desde la primera mitad del año. A pesar de una serie de factores específicos de cada sector afecta el precio de cada producto, el hecho de que la bajada es tan amplio - como suele ser el caso con grandes oscilaciones de precios - sugiere que los factores macroeconómicos están en el trabajo.
Así que, ¿qué factores macroeconómicos podrían bajar los precios de los productos básicos? Tal vez es la deflación. Pero, aunque la inflación es muy baja, e incluso negativos en algunos países, algo más debe estar pasando, porque los precios de las materias primas están cayendo en relación con el nivel general de precios. En otras palabras, verdaderos precios de los commodities están cayendo.
La explicación más común es la desaceleración económica mundial, que ha disminuido la demanda de energía, minerales y productos agrícolas. De hecho, el crecimiento se ha desacelerado y previsiones del PIB se han revisado a la baja desde mediados de año en la mayoría de los países.
Pero Estados Unidos es una gran excepción. La expansión estadounidense parece cada vez bien establecida, con un crecimiento anual estimado de más de 4% en los dos últimos trimestres. Y sin embargo, es sobre todo en los EE.UU. que los precios de las materias primas han estado cayendo. The Economist 's denominados en euros Commodity Price Index , por ejemplo, ha hecho aumentado en el último año; es sólo el índice en términos de dólares - que es lo que obtiene toda la atención - que está abajo.
Eso nos lleva a la política monetaria, cuya importancia como factor determinante de los precios de los productos básicos a menudo se olvida. La restricción monetaria es ampliamente anticipado en los EE.UU., con la Reserva Federal de haber terminado la flexibilización cuantitativa en octubre y es probable que elevar las tasas de interés a corto plazo en algún momento del año que viene.
Esto recuerda un patrón histórico familiarizados . La caída de las tasas de interés reales (ajustados a la inflación) en los años 1970, 2002 a 2004, y de 2007 a ​​2008 fueron acompañados por el aumento de los precios reales de los productos; fuertes aumentos en las tasas de interés reales de los Estados Unidos en la década de 1980 enviaron dólar de los productos básicos los precios cayendo .
Hay algo intuitivo sobre la idea de que cuando la Fed "imprime dinero," el dinero fluye hacia las materias primas, entre otros lugares, por lo que ordena sus precios arriba - y por lo tanto que los precios bajan cuando los tipos de interés suben. Pero, ¿qué es, exactamente, el mecanismo causal?
De hecho, hay cuatro canales a través del cual la tasa de interés real afecta a los precios reales de los productos (aparte de cualquier efecto que tiene a través del nivel de actividad económica). En primer lugar, las altas tasas de interés , reducir el precio de los productos básicos almacenables por aumentar los incentivos para la extracción de hoy mejor que mañana, impulsando así el ritmo al que se bombea el petróleo, el oro se extrae, o los bosques está en el sistema. En segundo lugar, las altas tasas también disminuyen el deseo de las empresas para realizar inventarios (pensar en el petróleo que tuvo lugar en tanques).
En tercer lugar, los gestores de carteras responden a un aumento en las tasas de interés por el cambio de contratos de productos básicos (que son ahora una "clase de activos") y en letras del tesoro. Por último, las altas tasas de interés de fortalecer la moneda nacional, con lo que la reducción del precio de las mercancías objeto de comercio internacional en términos nacionales (incluso si el precio no ha caído en términos de moneda extranjera).
Las tasas de interés de Estados Unidos en realidad no resucitó en 2014, por lo que la mayoría de estos mecanismos no son todavía directamente en el trabajo. Pero los especuladores están pensando en el futuro y el cambio de los productos básicos hoy en previsión de futuras tasas de interés más altas en 2015; el resultado ha sido traer incremento de los precios del próximo año a la actualidad.
El cuarto de los canales, el tipo de cambio, ya ha estado funcionando. La perspectiva de los Estados Unidos de ajuste monetario coincide con los movimientos realizados por el Banco Central Europeo y el Banco de Japón hacia el estímulo monetario mejorada. El resultado ha sido una apreciación del dólar frente al euro y el yen. El euro se ha reducido un 8% frente al dólar desde el primer semestre del año y el yen se ha reducido un 14%. Eso explica por qué tantos precios de los productos pueden ser en términos de dólares y en términos de otras monedas.

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