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miércoles, 8 de julio de 2015

La insuficiencia del homo economicus

http://ineteconomics.org/ideas-papers/interviews-talks/the-death-of-homo-economicus

The Death of ‘Homo Economicus’

Good incentives are no substitute for good citizens.
INTERVIEW FEATURING
Human beings, notes Sam Bowles, a Research Professor at the Santa Fe Institute, are complex, psychological beings given to all sorts of motivations well beyond naked self-interest. That might be news to the economics profession, which posits a one-dimensional image of 'homo economicus', a rational, utility-maximizing agent, largely driven by the so-called "invisible hand" of the marketplace. Incorporating the disciplines of a multiplicity of social sciences, Bowles produces compelling evidence that self-interested financial incentives can in fact produce behavior that is inefficient and violates a society's morality.
In his work, Professor Bowles has conducted extensive field research, illustrating that humans can evolve as cooperative strategies when they participate in groups that share long-term similar norms and are willing to sanction those that do not follow group agreements. One example he cites regularly comes from behavioral experiments Bowles has conducted in which individuals have the opportunity to divide up substantial sums of money between themselves and others and also to pay for the opportunity to punish those who act selfishly. His research shows that people cooperate not only for selfish reasons but also because they are genuinely concerned about the well-being of others, as they try to uphold social norms, and value behaving ethically for its own sake. Moreover, people punish those who free-ride on the cooperative behavior of others for the same reasons.
This body of research has huge implications for the way we teach economics and, more broadly, construct policy. In our society, we rely on fines and rewards to harness people's self-interest in the service of the common good, but do we get the balance right? To be sure, the threat of a ticket may well keep drivers in line, and the promise of a bonus likely inspires high performance. But that's not the whole story: incentives can also backfire, diminishing the very behavior they're meant to encourage
So what are the implications for the teaching of economics? How do we construct policies to bring out the good nature that is fundamentally intrinsic to mankind, rather than using traditional incentives which appeal solely to rational self-interest? Watch the interview as we discuss these important issues.

Los buenos incentivos no son sustitutos de buenos ciudadanos.
ENTREVISTA CON
Los seres humanos, señala Sam Bowles, un Profesor de Investigación en el Instituto de Santa Fe, son seres complejos, psicológicas dadas a todo tipo de motivaciones mucho más allá de su propio interés desnudo. Eso podría ser una noticia para la profesión económica, que postula una imagen unidimensional de 'homo economicus', un agente que maximiza la utilidad racional, en gran parte impulsado por la llamada "mano invisible" del mercado. La incorporación de las disciplinas de una multiplicidad de ciencias sociales, Bowles produce evidencia convincente de que los incentivos financieros con intereses propios, de hecho, pueden producir un comportamiento que es ineficiente y viola la moralidad de una sociedad.
En su obra, el profesor Bowles ha llevado a cabo una amplia investigación de campo, lo que ilustra que los humanos pueden desarrollar estrategias cooperativas, cuando participan en grupos que comparten normas similares a largo plazo y están dispuestos a sancionar a los que no siguen los acuerdos de grupo. Un ejemplo que cita regularmente proviene de experimentos de comportamiento Bowles ha llevado a cabo en el que los individuos tienen la oportunidad de dividir importantes sumas de dinero entre ellos mismos y los demás y también para pagar por la oportunidad de castigar a aquellos que actúan de manera egoísta. Su investigación muestra que las personas cooperen no sólo por razones egoístas, sino también porque son genuinamente preocupado por el bienestar de los demás, ya que tratan de defender las normas sociales, y el valor de comportarse éticamente por su propio bien. Por otra parte, las personas castigan a aquellos que sin paseo en el comportamiento cooperativo de los demás por las mismas razones.
Este cuerpo de investigación tiene enormes implicaciones para la forma en que enseñamos economía y, más ampliamente, construye la política. En nuestra sociedad, nos basamos en multas y recompensas para aprovechar el interés de la gente en el servicio del bien común, pero no tenemos el equilibrio adecuado? Sin duda, la amenaza de una multa bien puede mantener a los conductores en la línea, y la promesa de un bono probable inspira alto rendimiento. Pero esa no es toda la historia: los incentivos también pueden ser contraproducentes, disminuyendo el mismo comportamiento que están destinados a fomentar la
¿Cuáles son las implicaciones para la enseñanza de la economía?¿Cómo construir políticas para sacar lo bueno que es fundamentalmente la naturaleza intrínseca de la humanidad, en lugar de utilizar los incentivos tradicionales que apelan únicamente a su propio interés racional? Vea la entrevista mientras discutimos estos temas tan importantes.