CIUDAD DE MÉXICO.- Para que la economía mexicana crezca, se necesita que el gobierno implemente un conjunto sólido de políticas de fomento de largo plazo que reduzcan su fragilidad,coincidieron especialistas, quienes apuntaron a la promoción del ahorro y la inversión como una de las políticas de crecimiento más relevantes.
De acuerdo con el Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CIDAC), actualmente, el 84 por ciento de los mexicanos no ahorra a plazos que vayan de 5 a 10 años.
Luis Serra, investigador del CIDAC, indicó que pese a que en 2013 en México se registró la cifra histórica de 35 mil millones de dólares en Inversión Extranjera Directa (IED), “no fuimos capaces de capitalizarlos y traducirlos en mayor crecimiento, debido a la falta de ahorro interno”.
“Países como México necesitan una base de ahorro interno para promover la llegada de este capital externo, pero además que sea para proyectos de innovación tecnológica que promuevan el crecimiento, dado que hay evidencia de que un incremento de 10 por ciento sostenido durante 10 años en la tasa de ahorro interno, genera un aumento en el crecimiento económico de 1.3 por ciento; mayor que el 0.5 del PIB previsto por la reforma energética”.
De acuerdo con el Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CIDAC), actualmente, el 84 por ciento de los mexicanos no ahorra a plazos que vayan de 5 a 10 años.
Luis Serra, investigador del CIDAC, indicó que pese a que en 2013 en México se registró la cifra histórica de 35 mil millones de dólares en Inversión Extranjera Directa (IED), “no fuimos capaces de capitalizarlos y traducirlos en mayor crecimiento, debido a la falta de ahorro interno”.
“Países como México necesitan una base de ahorro interno para promover la llegada de este capital externo, pero además que sea para proyectos de innovación tecnológica que promuevan el crecimiento, dado que hay evidencia de que un incremento de 10 por ciento sostenido durante 10 años en la tasa de ahorro interno, genera un aumento en el crecimiento económico de 1.3 por ciento; mayor que el 0.5 del PIB previsto por la reforma energética”.
Para Gerardo Esquivel, investigador del Colegio de México, para fomentar el ahorro y la inversión como porcentaje del Producto Interno Bruto en México, que ronda 20 por ciento, se necesita una auténtica reforma financiera “que implique dejar de financiarse internamente, o al menos reducirlo significativamente”.
Asimismo, controlar y reducir mucho más las comisiones bancarias; y aplicar leyes antimonopólicas en el sector financiero. “Es evidente que hay colusión, por lo menos en los créditos al consumo”, apuntó. Por el lado del sector público, ahondó, se requiere reorientar gasto corriente para inversión.
CRECIMIENTO SOSTENIDO
Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Casa de Bolsa Vector, dijo que si bien las reformas buscan incrementar las inversiones, para que éstas se ejecuten efectivamente y lleguen a madurar, se requiere dar certidumbre a los agentes económicos.
Añadió que elevar el ahorro nacional de largo plazo, fomentaría la penetración financiera del país, proporcionando más recursos a proyectos de inversión que tengan mayor rentabilidad.
Carlos Capistrán, economista en jefe para México de Bank of America Merrill Lynch, coincidió en la importancia de aumentar la inversión como porcentaje del PIB, tanto pública como privada, para lo que consideró que se requiere aumentar la inversión pública financiada con mayores impuestos al consumo, en lugar de impuestos al ingreso, para que dicho financiamiento no interfiera con la inversión.
Agregó que la iniciativa privada debe aumentar la inversión; aunque dijo que para ello, se requiere que el gobierno mejore los incentivos que los privados enfrentan para hacerlo. “Habría que elevar la inversión como porcentaje del PIB en 2 o 3 puntos”, señaló.
Por su parte, Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, dijo que el sector privado no ha invertido lo suficiente.
“Ha preferido, o enviar su dinero al extranjero, o dedicarlo a inversiones especulativas en lugar de ampliar la planta productiva”, comentó el especialista.
Sostuvo que para que el sector privado contribuya al crecimiento, se requiere que invierta en la ampliación de la planta productiva,en la formación de nuevas empresas, y en la educación y capacitación de la fuerza de trabajo.
“Con el paquete de reformas implementadas por México, sobre todo con el incremento en la inversión que detonarán, se podrá ver un crecimiento potencial de 4 por ciento en un lapso de tres a cinco años. Pero, es prioritario elevar la inversión como porcentaje del PIB y mejorar la productividad en el sector servicios”, expuso a su vez Capistrán.
Explicó que las tasas de 6 por ciento registradas décadas atrás “eran posibles por las condiciones poblacionales, pero hoy el bono demográfico puede durar más de 15 años, y después disminuir”.
Dijo que lo que se está haciendo con las reformas estructurales para elevar el crecimiento potencial de México es positivo; además que el país ha ganado productividad en otras áreas, por lo que es posible que en algún momento se reporte un crecimiento de 5 o 6 por ciento. “Pero no será sostenido, por la baja inversión y productividad de los servicios”, comentó.
Asimismo, controlar y reducir mucho más las comisiones bancarias; y aplicar leyes antimonopólicas en el sector financiero. “Es evidente que hay colusión, por lo menos en los créditos al consumo”, apuntó. Por el lado del sector público, ahondó, se requiere reorientar gasto corriente para inversión.
CRECIMIENTO SOSTENIDO
Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Casa de Bolsa Vector, dijo que si bien las reformas buscan incrementar las inversiones, para que éstas se ejecuten efectivamente y lleguen a madurar, se requiere dar certidumbre a los agentes económicos.
Añadió que elevar el ahorro nacional de largo plazo, fomentaría la penetración financiera del país, proporcionando más recursos a proyectos de inversión que tengan mayor rentabilidad.
Carlos Capistrán, economista en jefe para México de Bank of America Merrill Lynch, coincidió en la importancia de aumentar la inversión como porcentaje del PIB, tanto pública como privada, para lo que consideró que se requiere aumentar la inversión pública financiada con mayores impuestos al consumo, en lugar de impuestos al ingreso, para que dicho financiamiento no interfiera con la inversión.
Agregó que la iniciativa privada debe aumentar la inversión; aunque dijo que para ello, se requiere que el gobierno mejore los incentivos que los privados enfrentan para hacerlo. “Habría que elevar la inversión como porcentaje del PIB en 2 o 3 puntos”, señaló.
Por su parte, Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, dijo que el sector privado no ha invertido lo suficiente.
“Ha preferido, o enviar su dinero al extranjero, o dedicarlo a inversiones especulativas en lugar de ampliar la planta productiva”, comentó el especialista.
Sostuvo que para que el sector privado contribuya al crecimiento, se requiere que invierta en la ampliación de la planta productiva,en la formación de nuevas empresas, y en la educación y capacitación de la fuerza de trabajo.
“Con el paquete de reformas implementadas por México, sobre todo con el incremento en la inversión que detonarán, se podrá ver un crecimiento potencial de 4 por ciento en un lapso de tres a cinco años. Pero, es prioritario elevar la inversión como porcentaje del PIB y mejorar la productividad en el sector servicios”, expuso a su vez Capistrán.
Explicó que las tasas de 6 por ciento registradas décadas atrás “eran posibles por las condiciones poblacionales, pero hoy el bono demográfico puede durar más de 15 años, y después disminuir”.
Dijo que lo que se está haciendo con las reformas estructurales para elevar el crecimiento potencial de México es positivo; además que el país ha ganado productividad en otras áreas, por lo que es posible que en algún momento se reporte un crecimiento de 5 o 6 por ciento. “Pero no será sostenido, por la baja inversión y productividad de los servicios”, comentó.