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sábado, 10 de marzo de 2012

Sobre la paridad del poder de compra y el índice BigMac


La relación entre los niveles de precios en dos países y el tipo de cambio entre sus monedas se llama paridad de poder adquisitivo, PPA, o paridad del poder de compra, teoría creada por el economista británico David
Ricardo, uno de los primeros exponentes de la economía política clásica.

La teoría de la "Paridad del Poder Adquisitivo" afirma que los tipos de cambio entre las diversas monedas deben ser tales que permita que una moneda tenga el mismo poder adquisitivo en cualquier parte del mundo.

Si con 1.000 dólares se puede comprar un televisor en Estados Unidos, con esos mismos 1.000 dólares se debería poder comprar también en España, en Japón, o en Timor Oriental.

El arbitraje internacional es el que garantiza que esta ley se cumpla:

El arbitraje internacional es una operatoria seguida por numerosos inversores y especuladores que vigilan los mercados internacional en busca de "gangas": diferencias de precio entre dos mercados que permita comprar barato en un sitio y al mismo tiempo vender caro en otro, obteniendo un beneficio sin correr ningún riesgo.

Si la paridad del poder adquisitivo no se cumple, esto permite a los arbitrajistas realizar sus operaciones de compra-venta, y esta misma operatoria hace que el tipo de cambio se mueva hasta que se vuelve a cumplir la ley de la paridad.

Veamos un ejemplo:

Supongamos que el tipo de cambio USD/JYP es 100 (con un dólar se pueden comprar 100 yenes) y que un mismo automóvil cuesta en Estados Unidos 10.000 dólares y en Japón 900.000 yenes.

El precio de este automóvil en el mercado japonés (convertido a dólares) sería de 9.000 dólares, lo que haría que los vendedores americanos de automóviles importasen este coche de Japón y lo vendiesen en su país, ganando 1.000 dólares simplemente por la diferencia de precio.

Esto originará una fuerte demanda de yenes por parte de las empresas importadoras americanas, que hará que éste se aprecie. El tipo de cambio de equilibrio se alcanza cuando el precio expresado en dólares fuese el mismo en ambos mercados.

900.000 yenes / Tipo de cambio = 10.000 $

Luego, el tipo de cambio de equilibrio = 900.000 / 10.000 = 90 JYP/USD

Con este nuevo cambio el precio de este coche (expresado en dólares) sería igual en Japón que en Estados Unidos (10.000 dólares).

Como los niveles de precio varían en los países con distinta intensidad, el tipo de cambio nominal (aquel que todos conocemos y que no depura el efecto de los precios) se tendrá que ir ajustando para recoger estas diferencias de precio y permitir que se siga cumpliendo la paridad.

Este ajuste del tipo de cambio nominal permitirá que el tipo de cambio real (depurado el efecto de los precios) permanezca constante, manteniéndose la paridad del poder adquisitivo.

Continuamos con el ejemplo anterior:

Partimos del tipo de cambio de equilibrio (90 yenes/$). Transcurre un año y los precios en Estados Unidos suben un 5% y en Japón un 10% (si consideramos los precios de ambos países en base 100 al principio del ejemplo, transcurrido este año este índice será 105 en Estados Unidos y 110 en Japón).

Teniendo en cuenta la inflación, el precio de este automóvil será ahora de 10.500 dólares en el mercado americano y de 990.000 yenes en el mercado japonés.

El nuevo tipo de cambio nominal para que se siga cumpliendo la paridad del poder adquisitivo:

990.000 yenes / Tipo de cambio = 10.500 $

Luego, nuevo tipo de cambio de equilibrio = 990.000 / 10.500 = 94,28 Yenes/$

El tipo de cambio del yen respecto al dólar se habrá depreciado para compensar el mayor crecimiento de sus precios.

La variación del tipo de cambio nominal responde a la siguiente fórmula:

Tc = Tcr* (Pext / Pint)

Donde:

"Tcr": Tipo de cambio real

"Tc": tipo de cambio nominal

"Pext" nivel de precios en el extranjero

"Pint ": nivel de precios en el país

Vamos a aplicar esta fórmula al ejemplo que estamos viendo:

Tc = 90 * 110 / 105 = 94,28

Sin embargo, en la realidad raramente el tipo de cambio estará en su nivel de "equilibrio". Por un lado muchos de los bienes y servicios que se producen en una economía son poco o nada "exportables": un corte de pelo, una vivienda, la educación, los servicios públicos,... por lo que no se ven expuestos a la competencia del exterior. Lo mismo ocurre con otros sectores considerados estratégicos que son protegidos por los gobiernos nacionales.

Por otro lado hay otros factores que generan desviaciones respecto al valor de la PPA: crecimiento económico, riesgos geopolíticos (favorecen a las divisas más sólidas), shocks en los mercados financieros (escándalos contables) o de materias primas (petróleo), la política de reservas de los Bancos Centrales, las estrategias de los fondos de inversión y de pensiones, etc.

Otros bienes si se pueden comercializar pero sus costes de transporte son tan elevados que impiden el arbitraje: un ladrillo puede ser más caro en Francia que en España pero el coste de transporte y otros gastos como aranceles probablemente supere la diferencia de precios.

En el corto plazo los precios son rígidos y no absorben con al misma velocidad los movimientos experimentados por el tipo de cambio, siendo este más volátil.

De este modo, el tipo de cambio PPA debe considerarse una referencia a largo plazo para la cotización de mercado, que oscilará en torno a ella en ciclos que pueden ser muy prolongados en el tiempo.

Además de funcionar como referencia en los mercados de divisas, la PPA también se utiliza para comparar con mayor precisión la prosperidad de los países al tener en cuenta el poder adquisitivo de las monedas. Normalmente, las diferencias entre países ricos y pobres se estrechan al utilizar la PPA, ya que el nivel de precios en los segundos es proporcionalmente inferior a los primeros.

El índice Big Mac

Desde 1986 la revista inglesa The Economist utiliza la hamburgesa Big Mac de
McDonald’s para medir el grado de fortaleza o debilidad de una moneda frente a
otras divisas.

La Big Mac, es una hamburguesa de una libra sin aderezos que se vende en muchos países con sólo ligeras variaciones de receta.

Es lo que en términos económicos se conoce como un bien homogéneo. De esto ha resultado el ‘índice Big Mac’ que ofrece una aproximación al grado de devaluación o revaluación de una moneda determinada.