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viernes, 7 de octubre de 2011

tipo de cambio, tasas de interés, comercio internacional, y movimiento de capitales en la crisis actual

Enfoque de economía y finanzas

Comentaristas - Viernes, 07 de Octubre de 2011 (10:17 hrs)

altAlejandro Gómez Tamez

La subvaluación como herramienta para el crecimiento


Mientras que las autoridades mexicanas han desdeñado en múltiples ocasiones la relevancia del tipo de cambio como instrumento para lograr un mayor crecimiento económico, hay otras naciones que se encuentran enfrascadas en una abierta guerra de divisas. En ese tenor, ha sido frecuente escuchar como autoridades del Banco de México y Secretaría de Hacienda dicen una y otra vez que la paridad está en el nivel que debe estar porque ahí es donde la ubican las fuerzas de la oferta y la demanda. Es decir, si está a $11 pesos por dólar está bien, y si está a $14 pesos por dólar también está bien. No hay una posición oficial al respecto al nivel deseado de tipo de cambio, y sólo dejan que el mercado lo lleve a donde le plazca.

Desde luego que ahora en día con un dólar en niveles de $13.50 no existe un riesgo para la planta productiva nacional porque a ese nivel el peso se encuentra subvaluado en un 2 por ciento y tenemos una ligera ventaja competitiva en el costo de nuestros productos. El problema surge cuando hemos tenido un precio del dólar por debajo de los $11.00 pesos, ya que ese nivel de paridad denota una sobrevaluación del peso superior al 17 por ciento; y eso sin duda es una gran desventaja en preciopara todos los productos hechos en México. Como lo comentábamos en la anterior entrega, un peso sobrevaluado hace que los productos extranjeros sean más baratos; mientras que un peso subvaluado provoca que los productos extranjeros sean más caros para los mexicanos.

La sobrevaluación del peso beneficia a los productores extranjeros, mientras que la subvaluación de nuestra moneda beneficia a los productores nacionales. Es así de simple, pero a la autoridad no le interesa utilizar el tipo de cambio para impulsar la planta productiva nacional. Y no se trata de que entré al mercado a comprar o vender dólares (según sea el caso), sino de que a través de la política monetaria lleve la paridad cambiaria a un nivel que le de competitividad a los productos mexicanos y con eso se coadyuve al aumento de la producción y el crecimiento del empleo.

Y es que es algo muy simple, si el Banco de México baja las tasas de interés hará menos tractivo el que los miles de millones de dólares e capitales especulativos y golondrinos vengan a México, y con esa medida a entrar más dólares al país, se puede tener un tipo de cambio que compense los diferenciales de inflación entre México y sus socios comerciales. Pero no, este tipo de propuestas son desechadas de inmediato por el Banco de México, ya que para ellos es mejor tener un peso sobrevaluado que le ayude a controlar la inflación con importaciones baratas.

Así pues, llama la atención que nuestro país no hace nada en materia de tipo de cambio, y paralelamente haya países como Estados Unidos que están tomando medidas en contra de naciones como China, país que mantiene una moneda subvaluada hasta en un 40 por ciento. Sucede que en la actualidad en el Senado estadounidense ya se aprobó en comisiones un proyecto de ley que permitirá al gobierno de Estados Unidos aplicar sanciones comerciales e impuestos al país asiático por la cotización del yuan.

¿Y porque hace esto el gobierno estadounidense? Simple, porque consideran que con su cotización actual del yuan está por debajo del valor real y perjudica las exportaciones estadounidenses al volver los productos chinos artificialmente más baratos en todo el mundo. Así pues, en la medida en que China continúe subvaluando su moneda, el gobierno de nuestro vecino del norte contará con elementos para compensar la ventaja competitiva que gana China manipulando su moneda.

Así, la visión de los legisladores estadounidenses es en el sentido de que China subvalora su divisa en hasta un 25 a 40 por ciento, lo que da a los productos chinos una ventaja competitiva injusta en los mercados globales y resulta en millones de empleos perdidos.

Desde luego que el gobierno de China se opone a esta ley y ha amenazado con iniciar una guerra comercial, ya que considera que esta iniciativa de ley es sólo proteccionista y viola las normas de la Organización Mundial de Comercio, además de interferir en las relaciones comerciales y económicas bilaterales. Y los chinos han ido aún más lejos en sus declaraciones al señalar que los legisladores estadounidenses estaban acudiendo al "viejo hábito" de derivar la responsabilidad por sus problemas a China; y agregan que: "la contienda por la presidencia de Estados Unidos ha escalado y el tipo de cambio del yuan es nuevamente el objetivo".

En este artículo no haremos un juicio sobre si es correcta o útil la ley que desean aprobar en los Estados Unidos, sino que pretendemos ilustrar que el tipo de cambio es en esencia ahora en día un instrumento más de política económica de las naciones, y que si éste se utiliza correctamente puede ser sumamente efectivo para aumentar la producción y crear empleos (algo muy preciado a nivel global ahora en día).

En todo este contexto, también es importante rescatar los señalamientos realizados por organismos empresariales como la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), institución que se ha pronunciado por que México base su crecimiento en el mercado interno para compensar el menor dinamismo que ya se presenta en el sector exportador.

La Canacintra señala que la economía global muestra cada vez más señales de desaceleración, y esta es una situación difícil que ha provocado pérdida de confianza entre empresarios e inversionistas y esto traerá consecuencias nada alentadoras en el crecimiento mundial. Y además de lo anterior agrega que bajo este escenario pareciera que no existe preocupación en el país por la problemática que enfrenta el aparato productivo y que el objetivo principal es el mantener a flote las políticas macroeconómicas para sostener a la economía nacional.

Y es que si el gobierno mexicano se preocupará por dar un fuerte impulso al sector exportador con un tipo de cambio competitivo, que a su vez haga las importaciones más caras; y esto se complementa con las políticas de fortalecimiento del mercado interno estaríamos en otra dinámica de desarrollo nacional. Para lo anterior es fundamental consolidar la competitividad a través de reformas estructurales clave como la laboral, energética y hacendaria.

Con estas tres reformas se dará un fuerte impulso a la productividad de la mano de obra, se podrá atraer una mayor cantidad de inversión extranjera directa, y tendremos un gobierno que genere incentivos fiscales correctos y gaste correctamente el dinero público, dando prioridad al gasto en infraestructura para el transporte y comercialización de productos nacionales para el mercado nacional y de exportación. Desde luego que también se debe impulsar la innovación tecnológica, la preparación empresarial, la seguridad pública y el respeto al estado de derecho, la educación y la salud pública.

Así, con esta doble estrategia al tener un tipo de cambio en un nivel que nos dé competitividad y evite que otras naciones que subvalúan su moneda nos inunden con sus productos, aunado al estímulo del mercado interno, tendremos bases para un crecimiento sólido en el mediano plazo. Esto implica la participación del Banco de México, Poder Ejecutivo y Poder Legislativo. Ojala que trabajen en este sentido pronto porque el año 2012 será sumamente complicado, y México no aguantaría ahora dos recesiones seguidas como en los ochentas.

Director General GAEAP*
alejandro@gaeap.com