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viernes, 30 de diciembre de 2011

El interminable camino de las reformas económicas en Rusia

Tema de actualidad: 20 años sin la Unión Soviética

El interminable camino de las reformas económicas en Rusia
11:07 30/11/2011
Vlad Grinquévich, RIA Novosti

Las reformas económicas en Rusia han cumplido ya veinte años.

Un periodo lo suficientemente largo para poder sacar unas conclusiones sólidas. Lamentablemente, los resultados no invitan al optimismo. Sí, el país ha abandonado el esquema de la economía planificada, pero a costa de la destrucción de la mayor parte de su tejido industrial, hecho que ha supuesto su salida del selecto grupo de los países desarrollados. Rusia finalmente se ha transformado en una economía periférica, suministradora de materias primas.
Tras dos decenios desde el momento del comienzo de las reformas, los economistas todavía se preguntan si el país realmente no tuvo otra opción. Hoy este es un tema de actualidad, porque la economía de Rusia vuelve a necesitar de reformas estructurales.

El peso de unas reformas abortadas

La mayoría de los especialistas coinciden en que, a comienzos de los años 90 del siglo pasado, la economía de la URSS “necesitaba de una reforma”. “Todo el mundo comprendía esto, pero había poca gente dispuesta a dar los pasos necesarios para llevarla a cabo”, declaró el ex jefe del Banco Central de la URSS, Víctor Gueráschenko el pasado 24 de noviembre en la mesa redonda del periódico Komsomolskaya Pravda “20 años de reformas económicas: éxitos y oportunidades desaprovechadas”.

Hubo, por supuesto, más de un intento de reestructurar la economía. Desde la segunda mitad de los años 80 hasta 1991, algunos grupos de economistas realizaron simulaciones de varios modelos económicos para las reformas, pero la indecisión inherente a la cúpula soviética y las luchas intestinas de la Nomenklatura (funcionarios públicos de alto rango) durante ese periodo, impidieron que se plasmaran en la realidad.

“Estuvimos trabajando sobre varios proyectos desde 1984, - recuerda el subdirector del Instituto de Economía de la Academia de Ciencias de Rusia, Andrei Gorodetskiy. – Todo estaba ya listo para ser puesto en marcha, pero una carta de dos académicos, Abalkin y Shatalin, dirigida a Mijail Gorbachov, provocó un cambio de rumbo que terminó con los planes de reforma radical y dio paso al llamado modelo de estabilización financiera. Mientras que el tiempo para llevar a cabo unas reformas normales, escalonadas y preparadas se nos escurría de entre los dedos. El descenso en los precios del petróleo ocurrido a finales de los años 80 y la crisis política interna pusieron a la URSS en un punto de no retorno, tras el cual las reformas radicales ya eran ineludibles.”

Los efectos de la liberalización

La ausencia de alternativas fue la explicación que dieron los partidarios de las reformas neoliberales a las duras medidas impuestas por el gabinete del primer ministro en funciones Yegor Gaidar durante 1991-92, mientras que las duras consecuencias se relacionan con los errores del gobierno soviético, cometidos con anterioridad.

“La liberalización de los precios fue una medida extremadamente dolorosa, muy impopular. El problema es que no hubo alternativa”, considera el ex ministro de Economía de Rusia Andrei Nechaev. Según su opinión, el gobierno de Valentín Pavlov, de facto, ya había liberado los precios al por mayor. Ante esta situación, congelar los precios minoristas sólo era ya posible mediante subvenciones provenientes del presupuesto público. El problema es que el presupuesto se financiaba en un 60% con la emisión. “Si no se pueden controlar los precios minoristas, hay que liberalizarlos”, asevera Nechaev.

Los efectos negativos de la liberalización fueron muy resonantes: la inflación en 1992 fue del 2500%, mientras que en los países del Este de Europa este indicador fue menor.

La diferencia en los resultados, en opinión del director del departamento de análisis estratégico de la compañía gestora FBK, Igor Nikolaev, estribaba en que otros países del bloque oriental habían comenzado el proceso de liberalización de los precios un par de años antes que la URSS. Además, en ese momento en el tejido económico de esas naciones ya se había imbricado el sector privado, por lo que los precios ya eran libres.

Otros expertos piensan que la hiperinflación fue el resultado de unos malos cálculos. “El sistema de precios que teníamos en la URSS, no se podía cambiar sólo con liberalizarlos. Analizando las causas de la destrucción del mercado de bienes de consumo, vemos que los precios se dispararon, mientras que las tarifas arancelarias se mantuvieron en torno a un 0, 001% del precio de los productos. Este sistema no estaba en condiciones de regular nada, no podía garantizar en absoluto la estabilidad económica del mercado interno y esto provocó lo que provocó”.

Gorodetskiy está convencido de que la liberalización era inevitable pero, llevada a cabo sin una preparación adecuada, se convirtió en un freno para las reformas: “El quid de la cuestión no está en la conveniencia de las reformas, sino en que las mismas fueron implementadas, como siempre, mal. Después, como consecuencia, durante toda la década de los noventa estuvimos lidiando con los efectos perniciosos de esta imperfecta liberalización”.

No hay justificación

Es cierto que se desarrollaron acciones con efectos mucho más graves. Los partidarios de las reformas liberales incluso hoy califican la privatización de la propiedad pública de “sucia e injusta”.

Es difícil buscar culpables en este complicado asunto. Según Igor Nikolaev, la decisión de plantear un sistema de privatización por bonos de la propiedad pública se tomó a mediados de 1991. El problema es que se aplicó en unas condiciones de hiperinflación y eso fue un craso error. “El bono se convertía pronto en un papel casi sin valor que se compraba y se vendía. En aquella situación económica esa privatización fue injusta, sucia”.
La segunda etapa del proceso privatizador fue todavía más cuestionable. “Si la privatización de los bonos tenía alguna justificación, las subastas de acciones contra crédito no la tuvieron –afirma categóricamente, Igor Nikolaev. – La herencia de esa forma de hacer las cosas todavía va a pesar sobre nosotros como una losa durante mucho tiempo”. Una de las consecuencias fue el gran nivel de desconfianza de la gente hacia el hombre de negocios y el mercado libre, y la confianza en los mecanismos de la economía de libre mercado es “un fundamental componente socioeconómico”.
Por otra parte, el director del Instituto de la globalización y los movimientos sociales, Boris Kagarlitskiy propone valorar las reformas desde el prisma de quienes se han beneficiado de ellas.

Los agraciados por las reformas

“Se impuso la parte de la Nomenklatura que veía la solución de sus problemas en el paso al capitalismo. Y definitivamente los solventó; la burocracia gestora del partido comunista se transformó sin traumas en una burocracia burguesa”.

El camino de las reformas, según Kagarlitskiy, fue diseñado por la Nomenclatura no en los años 90 y ni tan siquiera al final de la perestroika, sino mucho antes. “La decisión la debió haber tomado el gabinete de Brézhnev, sin ser plenamente consciente de ello, cuando orientó la economía a la exportación de hidrocarburos a mediados de los años 70. Tras ese paso, todos los demás no fueron más que detalles”.

La versión es aventurada pero, en parte, da una respuesta a la pregunta candente todavía hoy: ¿Porqué la economía rusa requiere de una reforma radical?


LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

lunes, 26 de diciembre de 2011

Paul Krugman una anotación acerca de la equivalencia ricardiana como argumentación contra los estímulos fiscales





December 26, 2011, 1:30 PM

A Note On The Ricardian Equivalence Argument Against Stimulus (Slightly Wonkish)

There have been a lot of shockingly bad performances among macroeconomists in this crisis; but if I had to pick the one that is most startling, it is the way freshwater economists have demonstrated that they don’t understand one of their own doctrines, that of Ricardian equivalence.

Ricardian equivalence says that what determines consumption is the lifetime present value of after-tax income, and hence that, say, a temporary tax cut won’t stimulate spending, because people will figure that whatever they gain now will be offset by higher taxes later. It is a dubious doctrine even done right; many people are liquidity constrained, and very few people have the knowledge or inclination to estimate the impact of current government budgets on their lifetime tax liability.

But even if you assume that the doctrine is right, it does NOT imply that government spending on, say, infrastructure will be met by offsetting declines in private spending. In other words, Robert Lucas was betraying a complete misunderstanding of his own doctrine when he said this:

If the government builds a bridge, and then the Fed prints up some money to pay the bridge builders, that’s just a monetary policy. We don’t need the bridge to do that. We can print up the same amount of money and buy anything with it. So, the only part of the stimulus package that’s stimulating is the monetary part.

But, if we do build the bridge by taking tax money away from somebody else, and using that to pay the bridge builder — the guys who work on the bridge — then it’s just a wash. It has no first-starter effect. There’s no reason to expect any stimulation. And, in some sense, there’s nothing to apply a multiplier to. (Laughs.) You apply a multiplier to the bridge builders, then you’ve got to apply the same multiplier with a minus sign to the people you taxed to build the bridge. And then taxing them later isn’t going to help, we know that.

This remark was followed, by the way, by a smear against Christy Romer:

Christina Romer — here’s what I think happened. It’s her first day on the job and somebody says, you’ve got to come up with a solution to this — in defense of this fiscal stimulus, which no one told her what it was going to be, and have it by Monday morning.

So she scrambled and came up with these multipliers and now they’re kind of — I don’t know. So I don’t think anyone really believes. These models have never been discussed or debated in a way that that say — Ellen McGrattan was talking about the way economists use models this morning. These are kind of schlock economics.

Maybe there is some multiplier out there that we could measure well but that’s not what that paper does. I think it’s a very naked rationalization for policies that were already, you know, decided on for other reasons.

I’ve tried to explain why Lucas and those with similar views are all wrong several times, for example here. But it just occurred to me that there may be an even more intuitive way to see just how wrong this is: think about what happens when a family buys a house with a 30-year mortgage.

Suppose that the family takes out a $100,000 home loan (I know, it’s hard to find houses that cheap, but I just want a round number). If the house is newly built, that’s $100,000 of spending that takes place in the economy. But the family has also taken on debt, and will presumably spend less because it knows that it has to pay off that debt.

But the debt won’t be paid off all at once — and there’s no reason to expect the family to cut its spending right now by $100,000. Its annual mortgage payment will be something like $6,000, so maybe you would expect a fall in spending by $6000; that offsets only a small fraction of the debt-financed purchase.

Now notice that this family is very much like the representative household in a Ricardian equivalence economy, reacting to a deficit financed infrastructure project like Lucas’s bridge; in this case the household really does know that today’s spending will reduce its future disposable income. And even so, its reaction involves very little offset to the initial spending.

How could anyone who thought about this for even a minute — let alone someone with an economics training — get this wrong? And yet as far as I can tell almost everyone on the freshwater side of this divide did get it wrong, and has yet to acknowledge the error.

December 26, 2011, 9:40 AM

Debt and Growth in the G7

I’ve written fairly often about the often

martes, 13 de diciembre de 2011

Cómo funciona la subasta de dólares

Cómo funciona la subasta de dólares

Cómo funciona una subasta de dólares? - 1

Reportajes Especiales - Martes, 13 de Diciembre de 2011 (06:25 hrs)

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Características de las subastas
De acuerdo con Banxico, las subastas de dólares comparten ciertas características:
Participan solamente bancos nacionales.
Se llevan a cabo sólo de forma electrónica.
Son interactivas y tienen una duración definida.
Se anuncian con antelación a las mismas.
Los fondos se asignan de mayor a menor tipo de cambio hasta agotar el monto (asignación a precio múltiple).
Al finalizar las subastas se dan a conocer las posturas recibidas y las asignadas.
Ejemplo
El 17 de diciembre de 2009 se encontraba en operación el mecanismo de subasta de dólares con precio mínimo, el cual estuvo vigente de octubre de 2008 a abril de 2010.
El mecanismo funcionaba de la siguiente forma:
1) La oferta de dólares (subasta) se realizaba en 3 periodos, de las 9:30 a las 9:35 horas para la primera subasta, de las 11:30 a las 11:35 horas para la segunda subasta, y de las 13:00 a las 13:05 horas para la tercera subasta.
2) Los anuncios de las subastas de dólares se realizaban a las 9:20 horas para la subasta que iniciaba a las 9:30, y a las 11:15 y 12:45 respectivamente para las subastas de las 11:30 y 13:00 horas.
3) Cuando las subastas del día hábil anterior no hubieren dado lugar a asignación, el precio mínimo de las posturas se determinaba como el resultado de multiplicar por 1.02 el tipo de cambio FIX calculado un día hábil anterior al de las subastas a realizarse.
4) Cuando las subastas efectuadas el día hábil anterior sí hubieren dado lugar a asignación, el precio mínimo de las posturas era el equivalente a multiplicar por 1.02 el precio promedio ponderado de la asignación efectuada el día anterior.
5) El precio mínimo era siempre el mismo para las tres subastas.
6) El monto diario no asignado no era acumulable.
7) La suma de los montos asignados en las tres subastas no podía exceder la cantidad previamente anunciada.

El efecto de una subasta de dólares



¿Cómo funciona una subasta de dólares?

Reportajes Especiales - Martes, 13 de Diciembre de 2011 (06:25 hrs)

  • Entérate cómo y porqué Banxico utiliza estemecanismo
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(Fotos: Archivo)
Ricardo Pineda / El Financiero en línea
México, 12 de diciembre.- El pasado 30 de noviembre, la comisión de Cambios,integrada por el Banco de México (Banxico) y la Secretaría de Hacienda, decidióreactivar la subasta de dólares, con el fin de proporcionar liquidez al mercado decambios y detener el ataque especulativo contra la moneda local.
Este mecanismo ya se ha utilizado con relativo éxito, y suele aplicarse para proveer de liquidez al mercado de cambios en caso de que sea necesario. En octubre de 2008, durante la crisis financiera por la que atravesaba Estados Unidos (EU), se recurrió a la subasta diaria de dólares, la cual fue suspendida hasta abril de 2010.
A partir de esa fecha, Banxico ha subastado 400 millones de dólares diarios, bajo la condición de que el peso mexicano muestre una depreciación de más de 2% respecto al tipo de cambio determinado el día hábil inmediato anterior.
Tras esta medida, el tipo de cambio efectivamente mostró menores presiones alcistas, al mostrar una apreciación de 0.59%.
No obstante, el funcionamiento de la subasta de dólares es cuestionado por algunos analistas y desconocido por el ciudadano común.
Cosas que hay que saber de la subasta de dólares:
¿Funciona? Sí. El objetivo principal de este mecanismo es estabilizar el mercado cambiario, con lo que la cotización del peso con el dólar, principalmente, comienza a registrar menos fluctuaciones y así las proyecciones de gasto a futuro son más sólidas.
¿Cuál es su lógica? La idea principal de la subasta de dólares es que un bien escaso se encarece y una cantidad mayor de ese bien es más barato, por lo que, en teoría, ante una cantidad considerable de dólares, los demandantes querrán cada vez menos la moneda extranjera, lo que la hace cada vez menos atractiva y logra bajar su cotización.
Para Salvador Orozco, subdirector de Mercados Financieros de Santander, la medida es positiva ya que puede reducir la volatilidad del peso mexicano. Afirma que si el dólar se cerca a los 14 pesos por unidad, se podrían gestar presiones inflacionarias por la compra en el exterior de las materias primas a un precio más caro.